Resumen
La socialización es el proceso psicosocial fundamental a través del cual el individuo internaliza e integra las normas, valores y pautas de comportamiento de la sociedad en la que se inscribe. Durante este proceso se constituye como persona, y se capacita para participar de manera efectiva en la sociedad, desarrollado su identidad social y personal. Históricamente, este proceso ha sido sustentado por tres agentes primordiales: la familia, como núcleo primario donde se forjan los vínculos afectivos y se transmiten los patrones culturales iniciales; la escuela, como primer espacio de socialización formal que introduce al niño en la interacción con pares y figuras de autoridad no familiares; y la comunidad, como el macrocontexto que engloba y refuerza el sentido de pertenencia.
En la actualidad, estos tres ámbitos se encuentran en un estado de profunda transformación, atravesados por tres vectores de cambio que redefinen sus roles y funciones. En primer lugar, la transformación acelerada de las estructuras sociales. En segundo lugar, la penetración disruptiva de la tecnología digital, que reconfigura drásticamente los modos de comunicación, interacción y construcción de la identidad. Y, en tercer lugar, la creciente polarización ideológica, que fragmenta el tejido social y desafía la cohesión y el diálogo cívico.
Este escenario plantea desafíos sin precedentes para la familia, la escuela y la comunidad, interpelando su capacidad para guiar a las nuevas generaciones en un contexto de incertidumbre normativa y cambio constante.
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