Resumen

Las investigaciones en ciencias sociales muestran que las amenazas pueden moldear profundamente las dinámicas sociales, generando efectos opuestos: pueden tener un impacto unificador, que fomente la cooperación, o bien un impacto polarizador, que alimente la división y el extremismo. Sostenemos que estos resultados divergentes dependen de qué necesidades psicológicas se ven activadas. Las amenazas a las necesidades básicas —como la supervivencia, la seguridad o la protección— tienden a promover la cooperación y el apoyo mutuo. En cambio, las amenazas a las necesidades de significancia —como el respeto, el estatus o el sentimiento de que uno importa (Kruglanski et al., 2022)— se asocian con procesos de radicalización y actitudes extremistas. Presentaré evidencia empírica de estudios realizados en Argentina, Polonia, Italia y Estados Unidos, que muestran que las amenazas a la supervivencia incrementan el apoyo a la acción humanitaria y a las instituciones colectivas, mientras que las amenazas a la significancia favorecen la polarización y reducen el compromiso prosocial.

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