Resumen
Con la Historia de la sexualidad Foucault ofrece al psicoanálisis una posibilidad enorme: no quedar inscripto en el cauce histórico tradicional de la medicina y separarse al mismo tiempo de la psiquiatría, posibilidad buscada por Freud tempranamente. Con el mismo gesto produciría la desestabilización de las nosografías patologizantes que la caracterizan.
Freud no desatendía las implicancias de la dualidad pulsional que había conceptualizado: “….Es verdad que los que prefieren los cuentos de hadas hacen oídos sordos cuando se les habla de la tendencia innata del hombre a la “maldad”, a la agresión, a la destrucción, y por ende también a la crueldad”(Freud, El malestar en la cultura, 1930)
Lacan en La Angustia propone algo semejante a una escritura de la relación sexual haciendo del psicoanálisis una erotología. Pensada así sería una erotología que no puede realizar su solución erótica, que el analizante encontrará en otra parte.
“…. la supuesta relación sexual……pues enuncio que el discurso analítico no se sostiene sino con el enunciado de que no hay relación sexual, de que es imposible formularla. Eso es lo que sostiene el avance del discurso analítico…..”(Lacan: Seminario Encore)
De estas cosas nos ocupamos los psicoanalistas, de este otro cauce particular de las prácticas humanas, no médicas-“Michel Foucault es, para y dentro del psicoanálisis, el nombre de una línea divisoria de aguas.” (*Allouch, en Foucault et la psychanalyse)”que implica abandonar esa mezcla de metodologías, como si “clínica” significara lo mismo para nosotros y para la psiquiatría.”
Afirma Bersani:”… Freud ha abierto la vía a lo que será la empresa mayor de Foucault: lo que se podría llamar el desmantelamiento corporal, el hecho de despojar al cuerpo de su impuesta e innecesaria identidad sexual, presentándolo como una superficie de carne, disponible a placeres hasta allí inarticulados, suprimidos,…..por la excitación de algo llamado sexo.”
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